Lima, la capital de Perú, es una ciudad que sorprende. Mientras que Latinoamérica ofrece grandes parajes naturales: selva, montañas, templos perdidos de la época pre-hispánica, un extenso litoral, islas paradisiacas, a menudo los viajeros intentan evitar la visita a las capitales de estos países, y la visita suele ser de paso, o bien por llegada o bien por salida. Sin embargo, Lima es una capital que invita a una estancia más larga.
El caos, es algo inevitable en Perú, y como no, también en Lima, pero a pesar de este factor, la ciudad cuenta con diferentes panorámicas que llaman la atención. En la última década la ciudad ha conseguido un gran desarrollo, pasando a ser una ciudad abierta, con toques de modernidad como su parque automotor.
La historia de esta ciudad se remonta al siglo 16, conocida también como la ciudad de los reyes, Lima fue fundada como ciudad durante el reinado español, y durante el Virreinado del Perú se convirtió en uno de los centros políticos de primera orden en Sur-América. Como muestra de este pasado se puede visitar el distrito del Centro Histórico, también conocido como el Damero de Pizarro. Las iglesias y sus grandes plazas, los conventos, las grandes casonas de elegantes balcones son el principal elementos donde se observan los diferentes estilos de la época barroca, renacentista o neoclásica. Dentro de sus monumentos destacados, encontramos el Convento de San Francisco, Reconocido como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNSCO, pocos años después el Centro Histórico de Lima, también adquirió este reconocimiento.
En contraste con esta historia, encontraremos la parte moderna de la ciudad, una modernidad bien combinada con su gastronomía tradicional, su cultura, sus músicas y danzas. Por ejemplo el distrito de San Isidro, un distrito de la zona costera, donde se encuentran varios de los mejores hoteles de Lima, y los restaurantes de mayor categoría.
Otro de los distritos de visita obligatoria es Miraflores, un lugar juvenil, lleno de ocio, bares, moda y discotecas donde disfrutar de actividades al aire libre. Es un lugar idóneo para dar un paseo entre los malecones. Los Malecones son guardan las mejores vistas de la costa de Lima. Hay una ruta establecida que comienza en el Malecón Cisneros, pasando por el puente
Eduardo Villena Rey y llegando hasta el Malecón 28 de Julio. En este distrito los enamorados no se pierden la visita al Parque del Amor, una pequeña zona verde con vistas al mar, adornado con diferentes esculturas tipo mosaico, donde encontraremos diferentes escritos referidos al amor.
El paseo de los malecones dirige al visitante hacia el Barrio de Barranco, el distrito artístico, bohemio. La zona destaca por las diferentes actividades culturales que se llevan a cabo en sus calles. Sus bares y restaurantes, la plaza San Francisco de estilo barroco, el puente de los suspiros, son algunos de los motivos que hace que este barrio desprenda una “magia barraquina”.
También es común la práctica de deportes náuticos en las playas de la ciudad por ejemplo la práctica de la tabla hawaiana, ala delta y parapente. Y para pasar de actividades en el agua a actividades terrestres, Lima cuenta con un gran campo de golf, localizado en el corazón del distrito financiero de la ciudad.
Lima, un ciudad muy polivalente, de mar y de montaña, bohemia, histórica, con barrios que enamoran, y vistas al mar que transmiten una gran tranquilizad en una ciudad capital.