Llevar a cabo proyectos para el beneficio social, desarrollarlos, mantenerlos supone el principal reto de las ONGs. Un proyecto abarca diversos factores: humanos, de conocimientos, materiales o bien económicos, y el económico, a menudo, es el más delicado, tanto a nivel interno como hacia el público exterior.
Los fondos públicos son una de las fuentes de origen de esta financiación. Según un informe publicado en 2014 por La Fundación La Caixa en el 2014 Price Waterhouse and Coopers y ESADE, un 60% de los fondos de las ONG españolas son financiados por el sector público. Sin embargo la previsión para estos fondos es que vayan a la baja. Por otro lado suelen derivar dos handicap: alto nivel de burocracia, gran dificultad de solicitud y trámites a realizar.
El hecho que las entidades solidarias se financien de fondos no públicos les aporta mayor independencia. A partir de aquí encontramos otros orígenes de financiación como puede ser la privada, por parte de empresas.
Una de los mayores puntos de actuación es buscar más apoyo en el sector de las empresas. La clave para conseguirlo es encontrar un punto en común que una a ambas entidades, uno suele ser la imagen, sin embargo cuantas más motivaciones se presenten a la empresa para que ésta contribuya a la causa, mayor será su aportación. Uno de los retos es que las empresas tengan mayores motivaciones sociales.
Otra posibilidad es la captación de socios: gente de a pié, conocidos, familiares, amigos, gente que guarda una especial sensibilización por la causa en la que se trabaja, o personas que cuentan con tiempo material para dedicar un trabajo voluntario, y que por tanto deciden donar una aportación económica, estos son los perfiles generales de los particulares que suponen otra fuente de ingresos para las ONG. Según el mismo estudio anteriormente nombrado, dentro de Europa, la población española es la que cuenta un menor porcentaje en cuanto a número de personas que dona, concretamente, un 19% del total de españoles aporta una cantidad de dinero a organizaciones sin ánimo, en el caso de Austria este número es del 61%, y en Gran Bretaña al 56%. El total de estas donaciones suponen un 20% del total de la financiación de las ONG.
Las grandes recaudaciones de donaciones a través de campañas aportan a las ONG no solo fondos, sino también visibilidad, especialmente si se organizan grandes eventos en los que se fomente la implicación de los asistentes a través de actividades interactivas, cenas benéficas o intercambio de objetos por donaciones.
Las posibilidades son varias, y como cualquier entidad es necesario que se reinventen y actualicen, en este proceso encontramos nuevas tenencias como es la donación de herencias. “Herencias y legados solidarios. ¿Firmarías por dejar un mundo mejor?” es una reciente campaña, promovida por 23 ONG españolas con el objetivo de que los testamentos dejen una herencia a nombre de una ONG.
Como vemos las fuentes son diversas, pero sea cual sea el origen es importante tener en cuenta la claridad a la hora de justificar sus ingresos y verificar sus actuaciones, dado que la inseguridad ante el destino de los fondos es uno de los mayores miedos.