Muchas veces nos cuestionamos si hacer o no un voluntariado internacional es éticamente correcto. Como todo en la vida, las decisiones o acciones que tomamos no puede ser blanco o negro, siempre deberíamos encontrar un equilibrio.
Aquí podrás encontrar 5 razones por las cuales realizar un voluntariado internacional es otra manera de viajar aportando tu granito y conociendo, de una manera no masificada, el destino y sobre todo, su gente.
- Realizar un voluntariado internacional no es una decisión de la noche a la mañana. Al contrario, es algo que va floreciendo dentro de ti. Te da inquietud muchas cosas, por ejemplo, la desigualdad que existe entre nosotros o la necesidad de hacer algo para poder aportar tu granito. No nos creemos “Salvadores”, solamente creemos que entre todos podemos ser el cambio. Entonces, la primera razón es el cambio, somos la nueva generación que apuesta por el cambio, cree en él y es el primer paso para contagiar otra forma de viajar responsable y solidaria.
- El 2020 nos ha demostrado que razones externas nos pueden limitar nuestra libertad. Nos hemos dado cuenta que lo más preciado de nuestra libertad es el movimiento. Nos hemos parado. Nos han encerrado. Fuimos y somos conscientes que muchas de nuestras acciones o decisiones deberían ser modificadas no sólo para beneficio propio sino también para encontrar y buscar el bien común. Se ha modificado la forma de viajar, optamos por lugares no masificados. Ahora buscamos volar de manera responsable, solidaria y no masificada. Buscamos lo auténtico, lo verde, lo humanitario; buscamos lo real.
- Una de las razones más importantes para realizar un voluntariado internacional sea en donde sea: Voluntariado internacional en Africa, Asia, America, etc es aprender. El aprendizaje es el secreto de esta experiencia. No somos salvadores, no vamos a cambiar el mundo, viajamos para aprender. El secreto de una buena experiencia es llegar a destino y ver, hablar con la gente, preguntar, conocer. Ellos nos enseñan puntos de vista diferentes, nos enseñan otra realidad, otra forma de ver la vida. Nos damos cuenta que no somos el ombligo del mundo, que al otro lado hay personas que día a día luchan por salir adelante. Cuando finalizas un voluntariado te das cuenta que has aprendido muchísimo más de lo que fuiste a dar. Ese es el secreto de la vida, la humildad y la empatía. Cuando conoces y aprendes te pones en el lugar del otro, sientes (o tratas de llegar a ese sentimiento) lo que ha pasado el otro, que la realidad es muy diferente a la tuya. Entiendes y comprendes.
- Hay muchas definiciones de amor, creemos que una de las definiciones más linda es “Sin ataduras”. El amor es libertad. Amar es dejar volar. Una de las razones de realizar un voluntariado es conocer lugares, personas y amarlas; Amarlas desde el minuto uno. Dejas volar ese sentimiento y crea un lazo para siempre. Es un amor puro y sincero, un amor sin apego. Un amor libre. Recibes tanto del lugar donde viajas (no hacemos referencia a recibir algo material) desde un abrazo hasta algo tan precioso como la risa de un niño ¿Dinos qué valor monetario pondrías a eso? No existe. Hay cosas que el dinero no puede comprar, una de ellas, es el amor.
- La última razón es la voluntad. Como voluntarios tenemos la voluntad de salir, de ayudar, de conocer; tenemos la voluntad de cambiar el mundo. Creemos en ello. Lo hacemos con toda nuestra buena intención. Buscamos aportar sin nada a cambio, tenemos esa predisposición que nos lleva a comernos el mundo. Tenemos la voluntad de ser el cambio, de animarnos a conocer y amar. No tenemos miedo, tenemos ese fuego interno que nos impulsa a movernos.
Podríamos enumerar muchísimas más razones, pero creemos que estas son las principales. Como podrás observar las razones son intrínsecas, no son tangibles. Son sentimientos que nos hacen humanos y que poco a poco vamos contagiando ese cambio. Son razones donde cada uno de nosotros nos pesara más que una que otra. Lo más importante de todo es que todas ellas son sentimientos o acciones que nos hacen diferente, nos hacen ser empáticos.
Por supuesto que a la hora de tomar la decisión de hacer un voluntariado internacional tenemos que ver bien dónde y con quién nos vamos (hablaremos de esto en el siguiente blog). Puedes optar por realizar un voluntariado en África, América, Europa, Asia, etc lo puedes hacer incluso en tu propia comarca, puedes empezar en donde tú creas que sea el lugar. Pero hazlo, porque es así como seremos la generación del cambio. Tienes mil y una formas de aportar desde un voluntariado sobre conservación del medio ambiente (que mucha falta le hace al planeta), programa de construcción, de enseñanza, medico, deporte, empoderamiento de la mujer, programa en ayuda comunitaria, etc. Verás que tienes para elegir, lo importante es que lo hagas donde tú quieras y donde quieras aprender. Trabajarás en equipo, asistirás y te ayudarán para cumplir los objetivos. No es un trabajo individualista el realizar un voluntariado. Es un trabajo que se realiza en conjunto, con gente local y los voluntarios. Son culturas que se unen para ser el cambio.
Realizar un voluntariado internacional no es un safari fotográfico (como muchos en forma negativa lo expresan), existe una mala interpretación de lo que es un voluntariado; Un voluntariado es la forma más pura, solidaria y responsable de viajar, de conocer. Volvamos al primer párrafo de este texto, no seamos extremistas. Busquemos un equilibrio. Si lo haces con toda la transparencia y el respeto hacia donde viajes, nada puede salir mal. El cambio siempre empieza en uno solo es cuestión de verlo y hacerlo.
Entonces ¿Qué esperas? Animate a volar, a conocer y a vivir una nueva forma de viaje. Animate a ser aquel que no sigue la moda, que apuesta por nuevos caminos y nuevas experiencias. Se un lienzo en blanco para que la experiencia dibuje en ti nuevas formas.
Somos el cambio. Somos voluntarios.