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El magnífico cerro de los siete colores

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El Cerro de los Siete Colores es una de las colinas que rodea al pequeño pueblo de Purmamarca, en la provincia de Jujy, al noroeste de Argentina. Se creó hace alrededor de 75 millones de años, la colina fue formada por un complejo proceso geológico que llegó a involucrar la deposición creada por los movimientos del mar, el lago y el río y la subsecuente elevación del terreno dada por el movimiento de las placas tectónicas.

La colina tiene dicho nombre dada la variedad de pigmentos adquiridos por los miles de minerales que forman las capas sedimentarias. Se dice que puedes ver hasta siete colores en el cerro, pero la mayoría de la gente solo puede encontrar cuatro. Los colores son más visibles por la mañana, dado que la luz solar matutina es más blanquecina y permite una mejor visión de las diferentes tonalidades. La mejor manera de poder visualizar la colina es en la carretera principal, a unos 400 metros antes de entrar en el poblado.

Purmamarca, el poblado en sí, es también un tesoro de la provincia de Jujuy, gracias a el Cerro de los Siete Colores, se ha convertido en una de los poblados más populares de la provincia. Los orígenes de la villa se remontan al siglo 16 cuando era parte de la carretera Inca. La iglesia de Saint Rose en el centro del pueblo, y la plaza en frente de la iglesia que cada mañana es el espacio de coloridos mercados donde los lugareños venden sus obras hechas a mano, los cuales son la mayor atracción del poblado por su valor único.

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