India, uno de nuestros destinos de voluntariado estrella, es un país con una diversidad cultural y geográfica impresionantes y nos cautiva con su riqueza histórica y sus contrastes modernos. Desde los majestuosos palacios de Rajasthan hasta los bulliciosos mercados de Mumbai, el país respira una mezcla de tradición y progreso.
Con una población de más de mil millones de personas, India es una mezcla de religiones, idiomas y tradiciones que se entrelazan en una danza de colores y sabores.
Una de las fiestas más populares del país que lo llena de colores, es la fiesta de Holi que se conmemora anualmente en los meses de marzo y abril. Este año se celebra el próximo Lunes 25 de marzo.
La preparación para Holi comienza días antes, con la compra de polvos de colores llamados “gulal” y agua. Las calles y los mercados se llenan de personas que compran estos pigmentos brillantes y agua en pistolas y globos para la celebración.
La gente acondiciona sus hogares y se reúne con familiares y amigos para compartir comidas tradicionales y dulces.
El día de Holi comienza temprano por la mañana con rituales religiosos en los templos y hogares, donde la gente ofrece oraciones y canta cánticos para dar la bienvenida a la primavera. Luego, la verdadera diversión comienza cuando las multitudes se reúnen en las calles, parques y plazas, armadas con polvos de colores y agua.
La música tradicional y las danzas folclóricas acompañan a las personas que se lanzan polvos de colores unos a otros. La atmósfera está llena de risas, alegría y unión, ya que las distinciones sociales se desdibujan y todos se unen en la celebración. Las caras, ropas y cabellos de todos se tiñen de colores, creando un espectáculo visual único y fascinante.
Algunas de las delicias que se disfrutan durante Holi, son especialidades como gujiya y thandai, una bebida refrescante hecha con leche, frutos secos y especias. Los niños y adultos por igual participan en juegos y competencias, como trepar a postes untados con mantequilla para alcanzar regalos colgados en la cima.
A medida que avanza el día, la intensidad de la celebración disminuye gradualmente, pero el espíritu de alegría perdura. Holi no solo es una festividad colorida, sino también un recordatorio de la importancia de la unidad, la felicidad y la renovación en nuestras vidas.
Una experiencia totalmente única e inolvidable si realizas un voluntariado durante estas fechas, y una experiencia que hay que vivir por lo menos una vez en la vida.