Hace poco que Filipinas se ha convertido en otro de nuestros destinos para vivir tu experiencia de voluntariado.
Un archipiélago del Sudeste asiático con más de 7.000 islas llenas de paisajes que te dejarán sin aliento.
Filipinas es un país con un rica historia, influenciada por tradiciones indígenas, españolas y estadounidenses, que se reflejan en todos los aspectos culturales y cotidianos.
Hoy hablaremos de la gastronomía de este país, para que puedas disfrutar de ella y conozcas un poco más si lo eliges como destino para vivir tu experiencia de voluntariado.
Debido a todas estas influencias, en Filipinas hay aportaciones de la cocina española, china, malaya y americana, todas ellas representadas en platos con sabores potentes y con una predilección por la mezcla de dulce, salado, agrio y umami.
Estos son algunos de los platos más típicos del país:
ADOBO
Uno de los platos más emblemáticos de Filipinas, el adobo que se prepara generalmente con pollo o cerdo marinado en una mezcla de vinagre, salsa de soja, ajo, hojas de laurel y pimienta, luego se cocina hasta que la carne esté tierna. Sin embargo, también se pueden encontrar variantes con mariscos, ternera o incluso tofu para una versión vegetariana.
Tradicionalmente se usa vinagre de caña, pero también puede usarse vinagre de coco o vinagre blanco.
Este plato es conocido por su sabor fuerte y su versatilidad.
La carne se marina en la mezcla preferiblemente durante la noche para obtener un sabor más profundo. Después de marinar, la carne se dora en una sartén con un poco de aceite. Este paso añade un sabor adicional y ayuda a sellar los jugos de la carne. La carne dorada se cocina a fuego lento en la marinada, a menudo con la adición de agua, hasta que esté tierna y los sabores se hayan combinado bien. Este proceso puede durar entre 30 minutos y una hora, dependiendo del tipo y tamaño de la carne. Una vez que la carne está cocida, se puede reducir la salsa para concentrar los sabores. En algunas variantes, se añade azúcar en este punto para un equilibrio dulce-salado.
Existen variantes regionales como el Adobo sa Gata que incluye leche de coco, el Adobong Puti que suprime la salsa de soja, o el Adobo sa Dilaw que utiliza cúrcuma.
Generalmente se sirve con arroz blanco, que ayuda a absorber la sabrosa salsa. También puede acompañarse con ensaladas frescas o vegetales al vapor para equilibrar el plato.
Es un símbolo de la herencia culinaria filipina. Su versatilidad y adaptabilidad reflejan la creatividad y la diversidad de la cocina del país. Cada familia tiene su propia receta secreta, pasando variaciones de generación en generación, lo que convierte al adobo en una parte integral de la identidad filipina.
SINIGANG
Una sopa agria tradicionalmente hecha con tamarindo, aunque también se pueden usar otras frutas ácidas. Los ingredientes comunes incluyen camarones, pescado, cerdo o ternera, junto con una variedad de verduras como rábano, espinacas y okra.
El sinigang es conocido por su capacidad para reconfortar y nutrir, y por eso, es una de las comidas más queridas en Filipinas.
La carne de cerdo es la más común, pero también se usa ternera, pollo, camarones o pescado. El tamarindo es el ingrediente tradicional para dar el sabor ácido, pero también se usa el calamansi, el sampaloc (una variedad de tamarindo más agrio), el mango verde o incluso el tomate. Las combinaciones varían, pero comúnmente incluyen rábano blanco (labanos), espinacas (o kangkong), judías verdes (sitaw), berenjena y okra. También cebolla, tomate y a veces ajo se utilizan para enriquecer el caldo.
Se hierve agua en una olla grande y se añade la carne junto con los aromáticos como cebolla y tomate. Esto forma la base del caldo. La carne se cocina hasta que esté tierna. Si se usan mariscos o pescado, se añaden en una etapa posterior para evitar que se cocinen en exceso. Se añade tamarindo o cualquier otro ingrediente ácido al caldo. Tradicionalmente, el tamarindo se hierve y se cuela para extraer su jugo, pero hoy en día también se usan mezclas de polvo de tamarindo para mayor conveniencia. Las verduras se añaden en etapas, comenzando con las que tardan más en cocinarse (como el rábano y las judías verdes) y terminando con las más delicadas (como las espinacas). Se ajusta el sabor con salsa de pescado y sal, y se deja hervir a fuego lento hasta que todos los ingredientes estén bien cocidos y los sabores se hayan mezclado.
Existen variantes regionales como el Sinigang na Baboy que utiliza la carne de cerdo, el de na Hipon que está hecho de camarones, el na Isda que utiliza pescado o el de sa Miso que añade esta pasta de soja fermentada.
Generalmente se acompaña con arroz blanco, que equilibra la acidez de la sopa. También se puede acompañar con salsa de pescado adicional o calamansi para ajustar el sabor según el gusto personal.
Se sirve comúnmente en reuniones familiares y eventos especiales, y cada familia tiene su propia versión.
KARE-KARE
Un guiso espeso a base de mantequilla de cacahuete, generalmente preparado con rabo de buey, tripas y una mezcla de verduras como berenjena, judías verdes y brotes de plátano. Se sirve con una pasta de camarones llamada bagoong.
Tradicionalmente utiliza rabo de buey, tripas de res y carne de pata de res, aunque también se puede preparar con pollo, cerdo o incluso mariscos. La base de la salsa es una mezcla de mantequilla de cacahuete, arroz tostado y molido, y achiote (annatto) que le da su color característico. Comúnmente incluye berenjenas, judías verdes (sitaw), brotes de plátano (puso ng saging) y hojas de pak choi o espinacas. Se aromatiza con ajo y cebolla para realzar el sabor y se sirve con una pasta de camarones.
Las carnes duras como el rabo de buey y las tripas se cocinan a fuego lento hasta que estén muy tiernas. Este proceso puede durar varias horas, a menudo en una olla a presión para ahorrar tiempo. Se tuesta arroz crudo en una sartén hasta que esté dorado, luego se muele en un polvo fino. Este arroz molido se usa como espesante para la salsa. En una olla grande, se saltean el ajo y la cebolla hasta que estén fragantes. Se añade mantequilla de cacahuete, el polvo de arroz tostado y agua o caldo. Se mezcla hasta que la salsa esté suave y espesa. El achiote se puede añadir en este punto para dar color. La carne cocida se añade a la salsa y se cocina a fuego lento hasta que los sabores se mezclen bien. Luego se añaden las verduras y se cocinan hasta que estén tiernas pero aún firmes.
Existen variantes regionales dónde la diferencia es si se usa rabo de buey, marisco o se sustituye la carne por tofu.
Se acompaña tradicionalmente con arroz blanco, que ayuda a absorber la salsa. La pasta de camarones (bagoong) es esencial, ya que su sabor salado y fermentado contrasta y complementa la suavidad de la salsa de maní.
Suele prepararse para ocasiones especiales y grandes reuniones familiares, simbolizando la hospitalidad y el sentido de comunidad en la cultura filipina.
PANCIT
Un término genérico para los fideos en Filipinas. Existen muchas variedades.
Estos platos de fideos tienen influencias chinas, pero se han adaptado y transformado para crear una experiencia culinaria única filipina.
Pancit Canton
Fideos de trigo (canton), pollo, cerdo, camarones, ajo, cebolla, repollo, zanahorias, judías verdes y salsa de soja.
Los fideos se saltean con carne y verduras en una mezcla de salsa de soja y caldo, creando un plato sabroso y colorido (similar a los fideos chinos chow mein, pero con una sazón y estilo filipinos).
Pancit Malabon
Fideos gruesos (malabon), mariscos como camarones, calamares y mejillones, salsa de annatto, huevos duros, chicharrón y verduras.
Los fideos se mezclan con una rica salsa de annatto y mariscos, y se adornan con huevos duros y chicharrón para un toque crujiente. Este pancit es conocido por su color anaranjado y su fuerte sabor a mariscos.
Pancit Bihon
Fideos de arroz finos (bihon), pollo, cerdo, camarones, ajo, cebolla, repollo, zanahorias, judías verdes y salsa de soja.
Los fideos se remojan en agua hasta que estén suaves, luego se saltean con carne, verduras y una mezcla de salsa de soja.
Es uno de los pancit más populares y se caracteriza por su ligereza y textura suave.
Pancit Palabok
Fideos de arroz finos, salsa espesa de camarones con achiote, camarones, chicharrón, huevos duros, ajo frito, cebolla verde y calamansi.
Los fideos se cubren con una rica salsa de camarones y se adornan con una variedad de ingredientes, cada uno aportando un sabor y textura únicos.
Pancit Luglug
Similar al pancit palabok, pero con fideos más gruesos y una salsa más espesa.
Los fideos gruesos se mezclan con una salsa rica y se adornan con los mismos ingredientes que el pancit palabok. La diferencia principal es la textura de los fideos y la densidad de la salsa.
El pancit no solo es un plato delicioso, sino que también tiene un significado cultural profundo en Filipinas. Se considera un símbolo de longevidad y buena suerte, por lo que es una presencia común en fiestas de cumpleaños, Nochevieja y otras celebraciones importantes. La preparación y el consumo de pancit son una parte querida de la vida filipina, y cada versión regional del plato refleja la rica diversidad del país.
HALO-HALO
Es un postre filipino icónico, conocido por su mezcla de colores, sabores y texturas. Su nombre se traduce literalmente como “mezclado” en tagalo, y refleja la esencia del plato, es especialmente popular durante los meses de verano debido a su naturaleza refrescante.
Incluye una variedad de ingredientes, y aunque las combinaciones pueden variar, algunos de los componentes más comunes son:
- Frutas: Plátano, jackfruit (langka), mango, ube (ñame morado) y macapuno (carne de coco joven).
- Gelatinas: Gelatina de agar-agar, nata de coco, y kaong (fruta de la palma de azúcar).
- Dulces y legumbres: Frijoles rojos, garbanzos, frijoles blancos, frijoles dulces (monggo), y leche condensada.
- Hielo triturado: Una gran cantidad de hielo triturado, que es el componente principal para enfriar y refrescar el postre.
- Leche: Leche evaporada o condensada que se vierte sobre el hielo para añadir cremosidad.
- Toppings**: Helado, normalmente de ube o vainilla, leche flan (un tipo de flan de huevo filipino), y pinipig (arroz verde tostado).
Las frutas deben estar peladas y cortadas, las gelatinas y jaleas deben estar en trozos pequeños, y los frijoles y otros dulces deben estar cocidos y enfriados.
El halo-halo se sirve con una cuchara larga para mezclar todos los ingredientes juntos. La idea es que cada bocado tenga un poco de cada componente, creando una mezcla de sabores y texturas.
Es un símbolo de la diversidad y riqueza cultural de Filipinas. La variedad de ingredientes refleja la mezcla de influencias culturales que han dado forma a la cocina filipina a lo largo de los siglos. Es un postre que celebra la abundancia y la alegría, y es disfrutado por personas de todas las edades en todo el país.
Existen otros platos populares en Filipinas como el lechón, el Bibingka, Lumpia, Balut, Tapsilog y muchos más, de los que podrás disfrutar tanto en puestos callejeros como en restaurantes locales.
Viajar es la mejor manera de adentrarse de lleno en una cultura, y es toda una aventura para nuestros sentidos.
