Si quieres conocer unas islas caribeñas exóticas, con una belleza natural irremplazable, y alejadas de la masificación del turismo, las islas de San Blas son el destino perfecto para un voluntariado en Panamá. En este archipiélago panameño encontrarás pequeñas islas con playas de arena blanca, agua turquesa y rodeadas de preciosas palmeras. Sigue leyendo para enterarte de todas las curiosidades de estas islas panameñas.
Historia de San Blas, el mejor destino para un voluntariado internacional
Estas islas forman un archipiélago de 365 islas, de las cuales unas 80 están habitadas. La etnia que las residen son los gunas. Los gunas se organizan de manera independiente al resto de Panamá, y tienen una legislación político-administrativa diferente al resto del país.
En 1925 los indígenas gunas se rebelaron contra las autoridades de Panamá, puesto que estas querían occidentalizar las islas. Esta revolución duró unos pocos meses, finalmente se acordó respetar las tradiciones y la autonomía de la zona. Debido a este acontecimiento actualmente las islas tienen una organización y cultura independiente, lo que hace que en la región de San Blas casi no haya infraestructuras, ni agua corriente, lo que lo convierte en un paraíso casi intacto. Esto te permitirá sumergirte de lleno en las costumbres de esta etnia durante tu voluntariado por América.
Consejos para una visita a San Blas
Para llegar a la isla se puede viajar en avión hasta la isla El Porvenir, donde se encuentra la capital del archipiélago, y a partir de esta isla te puedes desplazar con barco, lancha o catamarán a las distintas islas. En muchas de las lanchas/taxis que encontrarás, hay colgadas pequeñas banderas que representan la etnia guna. Si no conoces la historia de esta etnia, te puede sorprender la bandera que representa la República de Tule y la revolución guna, puesto que está formada por dos barras rojas horizontales en los extremos y una franja amarilla más ancha en el centro, similar a la bandera española. Además en el centro se encuentra una esvástica levógira, aunque esta bandera es mucho anterior a la usada por el régimen nazi.
En estas islas encontrarás diferentes tipos de alojamientos, si eres un aventurero y quieres experimentar como viven las indígenas de la zona, una gran opción a considerar es alquilar una cabaña o acampar en la playa con una tienda de campaña. Las cabañas cuentan con los servicios básicos, muchos de ellos no tienen agua corriente y el baño en algunos casos es compartido. A pesar de esto, se encuentran frente al mar y podrás disfrutar de las maravillosas e inolvidables puestas de sol y amaneceres desde tu cabaña o caminar unos pocos metros y hacerlo desde la orilla del mar. Dormir con el sonido de las olas del mar y el canto de los pájaros no tiene precio.
Si prefieres un alojamiento con más comodidad, puedes decantarte por alojarte en un barco, también podrás apreciar las puestas de sol y desplazarte a diferentes islas, lo que te permitirá conocer más islotes y rincones del archipiélago.
Cultura de San Blas para descubrir en un voluntariado en América
En muchas de las islas también hay pequeños restaurantes donde podrás desayunar, comer y cenar. Los gunas se alimentan principalmente de lo que les provee el mar y la naturaleza, por lo tanto, uno de los platos típicos es el pescado y el marisco recién pescado del mar. ¡Imagínate probar estos sabrosos platos durante tu voluntariado internacional!
Las actividades principales son hacer esnórquel para observar los peces de la costa, visitar otras islas, hacer excursiones para ver estrellas de mar o bañarse en la playa, tomar el sol, relajarse y observar el paraíso en el que te encuentras.