Insistir en hablar español
A pesar de que el resto de Sudamérica habla español, Brasil habla portugués, y los dos idiomas están lejos de ser parecidos. La mayoría de los brasileños hablan por lo menos algo de inglés por lo que si tu portugués no es el mejor, pásate mejor al inglés antes que al español. Eso sí, si puedes, al menos aprende un par de frases en portugués, los brasileños encontrarán este gesto bastante encantador y no harán mofa de tus intentos por aprender su lengua.
Apoyar a Argentina
Deberías sentirte libre de animar a tu equipo de fútbol con entusiasmo, considerando que este no este jugando contra Brasil, y eso sí, asumiendo también que este equipo no esté relacionado con Argentina, Brasil tiene un fiera rivalidad con su vecino sudamericano, así que se cauteloso expresando cualquier tipo de admiración por argentina o alguna de sus estrellas como Lionel Messi.
Alardear de tu riqueza
Muchas ciudades Brasileñas, incluyendo Río de Janeiro y Sao Paulo, tienen un índice de criminalidad bastante elevado, y mientras que los turistas raramente son víctimas de algo más que pequeños robos, no quieres hacer de ti un objetivo andante. Lleva un teléfono móvil barato, un reloj barato, mantén tu cámara fotográfica escondida cuando no la esté utilizando, y por si acaso haz un back up de todas esas tomas que hayas hecho en el día, para evitar posibles pérdidas de recuerdos. Y recuerda siempre mantener tus pasaportes y tarjetas de crédito en las habitaciones donde te hospedes.
Hacer el gesto de OK con la mano
Hacer un circulo con tu pulgar y tu dedo puede que signifique algo bueno en tu país de hogar, pero en Brasil tiene un significado totalmente diferente, uno muy ofensivo. Así que a no ser que quieras enfrentarte a una oleada de brasileños furiosos, evítalo, en su lugar puedes utilizar el de pulgar arriba que quiere decir que todo está perfecto.
Criticar a Brasil
Aunque cada vez son más brasileños los que toman voz en criticar y exponer los problemas de su país, los turistas/externos al país no deberían de sentirse libres de hacer lo mismo. Si bien es cierto que los brasileños están frustrados por la corrupción y la injusticia social, pero a la vez también se siente muy orgullosos de los encantos de su nación. Como bien se podrá entender a los brasileños no les gusta que los extranjeros miren con aires de superioridad a su país.
