Kenia está ubicada en la región del este de África. Oriental, limitando al norte con Etiopía, al este con Somalia y el Océano Índico, al oeste con Uganda y al sur con Tanzania. Su capital es Nairobi.
Kenia es conocida por su diversa geografía, que incluye sabanas, desiertos, montañas, lagos y costas, lo que le proporciona una gran variedad de ecosistemas y biodiversidad. Y también por ser uno de los principales productores y exportadores de té en el mundo. La industria del té en Kenia es fundamental tanto para la economía del país como para su identidad cultural.
Hoy os contamos un poquito sobre ello ya que en Cooperating Volunteers, tenemos un proyecto ubicado en Gatanga, de agricultura, en el que podrás experimentar las prácticas agrícolas locales, ayudar a la comunidad agrícola brindando más manos y esfuerzo, además de vivir una inmersión cultural y compromiso con la comunidad local trabajando en las plantaciones de té.
Trabajar de cerca con los agricultores locales no solo te enseñará nuevas habilidades, sino que también te permitirá sumergirte auténticamente en una nueva cultura y estilo de vida.
Empezamos por el principio.
El cultivo de té en Kenia comenzó a principios del siglo XX, durante la época colonial británica. El té se adaptó bien a las condiciones climáticas de las tierras altas de Kenia, particularmente en las regiones de Kericho, Nandi y los condados del Monte Elgon. Estas áreas ofrecen un clima templado, suelos fértiles y lluvias regulares, lo que crea condiciones ideales para el cultivo del té.
Kenia produce principalmente té negro, que representa una gran parte de las exportaciones nacionales. Sin embargo, en los últimos años, ha habido un creciente interés en la producción de té verde, té blanco y otros tés especiales, a medida que los consumidores globales han buscado una mayor variedad de productos.
En cuánto a la economía, el té es uno de los mayores productos de exportación de Kenia, junto con el café y las flores. El país es el tercer mayor productor de té en el mundo, después de India y China, y uno de los mayores exportadores. Es conocido por su fuerte sabor y calidad, lo que lo hace popular en los mercados internacionales.
La mayoría del té producido en Kenia se vende a través de subastas en Mombasa, uno de los centros de comercio de té más importantes del mundo. Las ganancias generadas por las exportaciones de té son vitales para la economía del país, proporcionando ingresos a millones de pequeños agricultores que dependen del cultivo para su sustento.
A pesar de su éxito, la industria del té en Kenia enfrenta varios desafíos. El cambio climático está afectando las zonas de cultivo, con patrones de lluvia cada vez más impredecibles. Además, los precios del té en el mercado internacional pueden ser volátiles, lo que impacta directamente en los ingresos de los agricultores. Para abordar estos desafíos, ha habido esfuerzos para implementar prácticas de cultivo sostenibles, mejorar la eficiencia de la producción y diversificar los productos de té. Organizaciones y gobiernos están trabajando juntos para promover la certificación de comercio justo y la producción de té orgánico.
Y en cuánto a la cultura, juega un papel importante en la vida cotidiana de los kenianos. Es común que se consuma “chai” (té con leche y azúcar) durante las reuniones sociales, y es una parte integral de la hospitalidad keniana. Además, la industria del té es un motor clave del desarrollo rural, ya que muchas comunidades dependen de esta actividad para su supervivencia.
Si quieres aprender más, con gente local profesionalizada, te invitamos a que elijas el programa de agricultura y te dejes sorprender a la par que aprendes.
TE ESPERAMOS EN KENIA.