En muchas partes de África, la menstutración ha sido y sigue siendo un tema tabú. Se considera impura, sucia o vergonzosa y eso inevitablemente lleva a prácticas discriminatorias y restrictivas hacia las mujeres y niñas que menstrúan.
En algunas comunidades se excluye a las mujeres y niñas de cualquier actividad social, como la participación en rituales religiosos, tocar comida o interactuar con hombres. Por otro lado, la falta de educación imposibilita el acceso a productos de higiene básicos y adecuados, y al asociarse con la vergüenza, algunas niñas durante el período menstrual dejan de asistir a clase.
Sin duda sigue siendo una problemática preocupante que va en contra de la naturaleza de la mujer.
En Cooperating Volunteers, y con la intención de educar y sobretodo apoyar a estas niñas, hemos realizado un taller para abordar este tema.
Hace unos días se impartió un taller de compresas reutilizables en el colegio Brilliant Brains en Uganda. Esta actividad ha sido diseñada para enseñar a las niñas sobre la higiene menstrual y proporcionarles habilidades prácticas para fabricar y utilizar compresas reutilizables.
La mañana comenzó con una introducción a la higiene menstrual, explicando qué es la menstruación y por qué ocurre. Abordando los estigmas y mitos asociados con la menstruación y promoviendo la importancia de la higiene menstrual para la salud y el bienestar.
A continuación, se fabricaron las compresas reutilizables, guiando a las niñas en el proceso de fabricación utilizando tela de algodón, plástico impermeable y botones.
Una vez fabricadas se enseñó a las niñas cómo cuidar y mantener las compresas para mantener una buena higiene y prolongar su vida útil.
Finalmente, se abrió un espacio de preguntas y respuestas para que las niñas hicieran preguntas sobre la menstruación, la higiene menstrual y el uso de compresas reutilizables.
Este taller ha sido posible a la financiación de una voluntaria que ha costeado todos los materiales para hacer las compresas.
La sostenibilidad también es fundamental para satisfacer las diferentes necesidades sin comprometer a las futuras generaciones, encontrando un equilibrio entre el crecimiento económico, la protección del medio ambiente y el bienestar social. Y sin duda va de la mano con la educación, ya que es importante poder formarse para crear un futuro consciente y perdurable a lo largo del tiempo.
Todas estas iniciativas nos indican que estamos en el camino correcto, y que luchamos por ver cambios que tengan en cuenta los derechos de todas las personas de una sociedad.
